La provisión de fondos es un adelanto que un profesional recibe de su cliente para iniciar la prestación del servicio.
 

Determinadas profesiones como la abogacía suelen cobrar a sus clientes a través de honorarios. En estos oficios - abogados, asesores o notarios - es costumbre solicitar un adelanto para cubrir los gastos del servicio.

Dicho adelanto suele recibir el nombre de provisión de fondos y no hay que confundirlas con el anticipo propiamente dicho ni con los gastos suplidos, aunque guarden similitudes.

La provisión de fondos tiene la finalidad básica de cubrir gastos y contingencias del profesional que presta el servicio.

Generalmente, se suele solicitar un 50% del total de los honorarios, aunque en otros casos puede acercarse, simplemente, al total de los honorarios.