Un dividendo es una parte de los beneficios que la empresa distribuye entre sus accionistas, que la perciben como renta. 
 

Muchas empresas suelen distribuir una parte de sus beneficios entre sus accionistas. Esta decisión se toma al final el año, en diciembre, cuando la empresa hace el cierre de las cuentas anuales.

Si ha tenido beneficios, la empresa decide poner a votación este reparto de dividendos en la Junta General de Accionistas.

Muchas empresas, en previsión de sus beneficios, deciden anticipar el pago de una parte de sus dividendos a los accionistas. Esta decisión se suele tomar, por ejemplo, en septiembre, meses antes del cierre de cuentas.

Una vez se ha hecho el cierre, y se ha obtenido el cálculo de los beneficios, la empresa decide repartir el resto de los dividendos.

Lo señalado hasta ahora se conoce como dividendos ordinarios, pues se extraen de los beneficios de la actividad principal de la empresa.

Hay otra clase de dividendos, no ordinarios, que provienen de otras actividades no ordinarios, como, por ejemplo, la venta de un local de un concesionario de coches.