Modelo de gestión de Fiscalización

Para muchos y muchas contribuyentes, el Servicio de Impuestos Internos (SII), es una caja de pandora, una tormenta en el océano, un ente del que debemos huir en una película de terror en el que somos la potencial víctima o la situación que refleja muy bien el standapero chileno Juan Pablo López  que cuenta que cuando existe una fiscalización en una empresa, todos se esconden y es el momento de esplendor del contador o contadora que no es tomado en cuenta durante todo el año. Caricaturas, historias o situaciones cotidianas, las fiscalizaciones que realiza el SII como organismo responsable no sólo son una tarea de ejecución  que nos parezca o no,  son una necesidad que todo estado moderno debe procurar realizar.

Ahora bien, las fiscalizaciones tienen objetivos y devienen de acciones conjuntas o planes establecidos. En este sentido, quizás no sea muy conocido pero el SII se ciñe a un modelo de gestión estratégica que rige entre 2022 y el 2026, el que se concretó luego de diversos encuentros con  cerca de 4100 funcionarias y funcionarios determinando 6 desafíos, a saber: 

1.  Instalar una Cultura de Innovación.

2. Fortalecimiento del Valor Social de los Impuestos. 

3. Fortalecimiento de la Fiscalización en el ámbito de la Evasión y Elusión, 

4. Fortalecimiento de la facilitación y habilitación para el cumplimiento tributario, 

5. Desarrollo de Personas y Cultura Organizacional,  

6. Transformación de las Comunicaciones Institucionales.

Estos desafíos se posicionan como declaraciones estratégicas en las que el fortalecimiento de la fiscalización en el ámbito de la evasión y elusión toman cierta importancia de fondo y de forma en cuanto a lo mediático que puede resultar. 

Este punto (el del fortalecimiento de la fiscalización), considera el contexto cambiante del entorno, el aumento de la informalidad a través de los nuevos comercios y servicios transados por redes sociales, el mayor acceso a información que permita detectar nuevas planificaciones tributarias o modelos de negocios que surgen a nivel local e internacional, sumado a las posibilidades que nos brinda la tecnología y el uso de información a través de la inteligencia de negocios.

Ante esto el SII se planteó desarrollar  nuevas estrategias para dar respuestas ágiles a los cambios del entorno tributario, incorporando la mirada regional en todos los procesos de fiscalización, aumentando la capacidad de fiscalizar en tiempo real las situaciones tributarias anómalas y/o de riesgo, con mayor eficiencia y efectividad en el control de nuevos modelos de negocio, desarrollando mecanismos que permitan aumentar la capacidad fiscalizadora mediante acciones multijurisdiccionales.

En el desarrollo de estas estrategias se busca capacitar a equipos de trabajo ágiles, horizontales y multidisciplinarios para la generación de soluciones y el control del incumplimiento de los contribuyentes, potenciando aún más el uso activo de los datos y la inteligencia de negocios en todos los niveles del SII.

Además, se busca fortalecer la detección de las causas que generen el incumplimiento de los contribuyentes para anticiparse antes que dichos hechos ocurran, y prevenir de forma efectiva midiendo sus impactos.

Hace algunos días en nuestra sección Sabías qué que tenemos en nuestra web tratamos el tema de la fiscalización tributaría, en el que el SII contempla una serie de auditorías y revisiones de cumplimiento para todas aquellas personas que califican dentro del segmento de altos patrimonios. Esto, en base al nivel de riesgo detectado, según declaran las autoridades fiscalizadoras. 

Las últimas semana se ha focalizado la gestión de fiscalización a través de planes que han apuntado a contribuyentes o potenciales contribuyentes que no estuvieran expresando en sus rentas sus ventas, ganancias o movimientos contablemente aceptados, entre estos han sido mediáticamente conocidos los “influencer” o “tiktokers”, que suponen un nuevo segmento a considerar y que en el plan estratégico 2022-2026 está establecido. 

Tal como se ha comunicado por diversos medios de comunicación como el FInanciero, La tercera, la web del SII o La nación, el organismo lanzó un plan piloto para detectar operaciones sospechosas en compra y venta de autos, en coordinación con el Registro Civil y el Ministerio Público, con el objeto de identificar acciones de evasión de obligaciones tributarias. El organismo detectó que autos nuevos eran inscritos por sociedades creadas en empresas en un día, con nombres de fantasía similares a la de automotoras conocidas, generando ventas rápidamente desde su creación o bien, los que figuraban vendiendo los autos no tenían giros afines, entre otras anomalías que se siguen investigando.

Por otro lado, hemos sido testigos, incluso alguno/a que esté leyendo protagonista, de la inclusión de nuevas manera de comunicar a través de plataformas o redes sociales virtuales, en la que la creación de contenido por diversión, terapia u ocio ha crecido enormemente, al punto de transformarse en negocio. Acá es cuando, entra los organismos fiscalizadores, que al igual que el meme de Juan Gabriel detrás de la palmera nos observan o como en la película de protagonizada por Will Smith “En búsqueda de la Felicidad”, nos enfrentamos a  “un momento en nuestras vidas que se llama: pagando impuestos”, pues bien esto es lo que le ha pasado a muchos creadores de contenido. Considerando esta nueva información, el Servicio de Impuestos Interno ejecutó un nuevo plan para verificar el correcto cumplimiento tributario de las personas, Influencers, Tiktokers y streamers, entre otros actores de este segmento, que realizan promociones y negocios a través de estos medios. 

Sumado a lo anterior, se ha puesto en los últimos años, pero sobre todo este 2023 en la fiscalización de los contribuyentes denominados de “alto patrimonio”, los que se han reforzado el control de los activos que pertenecen a este segmento.  Hoy en Chile existen más de 15 mil contribuyentes de “alto patrimonio” que declaran ingresos personales y, por lo tanto, un Impuesto Global Complementario menor a la de sus pares del mismo tramo. De hecho, hay algunos que están en los segmentos exentos al declarar ingresos menores a $9 millones al año. Como uno de los sustentos, el SII apunta que en el año tributario 2022, o sea, con ingresos generados en 2021, un subgrupo de 164 personas de alto patrimonio que, pese a gozar de activos por sobre US$125 millones, declaran ingresos enormemente inferiores a los que les corresponde a su segmento o tramo.

Uff parece mucha información, pero es solo una parte de lo que el SII, a través de sus herramientas de fiscalización, hace de manera cotidiana y hace mucho tiempo, que como contribuyentes, facilitadores y/o expertos debemos ir comprendiendo en un mismo idioma. En este sentido, de alguna manera u otra el rigor de la información se posiciona como uno de los elementos clave y articuladores para enfrentar a quien nos viene a buscar, nos mira detrás de la palmera o nos recuerda cierto capítulo de nuestras vidas que debemos cumplir para continuar en la búsqueda de nuestra felicidad. Esto no es azar, es debido a una acción o inacción que debemos controlar en materia contable o financiera, es por esto que es indispensable que tomemos el control de nuestras empresas desde una perspectiva contable, y así no sentirnos perseguidos ni cumpliendo frente a una fiscalización.