Gasto financiero

 

¿Qué es un gasto financiero?

  Son gastos que provienen de recursos de terceros con los que un autónomo o empresa financian su actividad.  
Tanto empresas como autónomos recurren a recursos ajenos o de terceros para financiar su actividad. Por ejemplo, un crédito o un préstamo.

De estos recursos, que son una deuda, se derivan gastos para el negocio como comisiones o intereses. A ese tipo de gastos se les conoce como gastos financieros.


Tipos de gastos financieros

Aunque no hay una tipología claramente preestablecida, se trata de todos aquellos gastos que derivan de una deuda para financiar la actividad y, en muchos casos, con el banco. Por ejemplo:

  • Comisiones bancarias: mantenimiento, transferencias, tarjetas de crédito o de cancelación de un préstamo.
  • Intereses de un préstamo, crédito u otra deuda.
  • Ajustes negativos derivados por el cambio monetario (cuando se realizan operaciones con otros países con distinta moneda).
Existen otros tipos de gastos financieros como las primas de seguro o intereses por descuento de efectos.


¿Son los gastos financieros gastos deducibles?

Los gastos financieros se consideran gastos deducibles al estar relacionados con la actividad del autónomo o empresario.

No obstante, para las empresas que tributan por el Impuesto de Sociedades, la Agencia Tributaria impone un límite en su deducibilidad, según el artículo 16 del Impuesto de Sociedades.

Dicho límite es el siguiente, tomando como referencia el gasto financiero neto:

  • Cuando el importe (neto) es equivalente al 30% del beneficio operativo del periodo.
  • 1 millón de euros, cuando es superior al límite anterior.
En otras palabras, el límite (máximo) para ser deducibles siempre será de 1 millón de euros.

Los gastos financieros de una empresa, si no se han deducido en el mismo ejercicio, la Agencia Tributaria permite hacerlo en los siguientes 18 ejercicios.