Conciliación bancaria

 
¿Qué es la conciliación bancaria?

La conciliación bancaria es una comparación que se hace entre los apuntes contables que lleva una empresa de su cuenta corriente (o cuenta de bancos) y los ajustes que el propio banco realiza sobre la misma cuenta. 
 
Se trata de un proceso que permite comparar los valores que la empresa tiene registrados de una cuenta de ahorros o cuenta corriente con los valores que el banco le suministra por medio del extracto bancario, que suele recibirse cada mes.


Proceso de conciliación

El proceso es el siguiente: la empresa va registrando todos los movimientos en un libro auxiliar y, a su vez, el banco hace lo mismo.

Al mes el banco suele enviar a cada uno de sus clientes, un estado de cuenta en el que se detallan todos los asientos realizados, un extracto bancario.

A continuación, se realiza una verificación en la que se revisan y comprueban los movimientos que la empresa ha registrado con los del banco y se determinan si coinciden o de lo contrario, cuál es la causa de la diferencia.


¿Y si no coinciden los datos?

El saldo final del banco casi nunca coincide con el saldo que muestran los libros contables de la empresa, muy a menudo debido al tiempo en el que se registran las partidas.

Por ejemplo, hay hechos económicos que la empresa ya ha apuntado en sus libros contables, pero que el banco aún no ha registrado porque los contabiliza a la semana siguiente.


¿Es obligatoria la conciliación bancaria?

No, no lo es. Pero realizarla de forma periódica es aconsejable, ya que supone diferentes ventajas para la empresa.

Entre estas ventajas se encuentran, por ejemplo, llevar la contabilidad al día, contar siempre con información relevante para la correcta toma de decisiones y una gestión de nuestros recursos económicos mucho más adecuada.

Es decir, la conciliación bancaria nos ayuda a tener una imagen fiel de nuestro negocio, con todas las ventajas que esto conlleva.